miércoles, 19 de diciembre de 2007

La Externalización como Disgregación


Ayer se reunieron radiólogos, analistas, inmunólogos y microbiólogos de Madrid, preocupados por la externalización de estos servicios en los nuevos hospitales de Madrid, a favor de entidades o empresas (¿públicas?) que van a prestar estos servicios para el conjunto de dichos hospitales.

Lo que significa desde el punto de vista de la ciencia gestora es claro: los servicios centrales pasa a considerarse como un suministro de servicios que se separa del núcleo clínico de producción, y que por tanto se aparta de la “cadena de valor” propia del sector (entrando en la categoría de servicios hosteleros y generales). Un salto de enorme atrevimiento y osadía, que desatiende aspectos técnicos evidentes (por ejemplo, la necesidad de interacción presencial con el paciente en muchas técnicas), no da respuesta a la clara necesidad de interacción cotidiana entre clínicos y analistas (lo que está relacionado con la calidad asistencial), y pone en riesgo la colaboración para docencia e investigación.

A esto, los profesionales implicados añaden una clara sensación de maltrato: por el fondo (analistas como “churreros” y radiólogos como “fotógrafos”) y por la forma; ayer claramente se veía un daño a la autoestima, y una irritación con compañeros y organizaciones (sindicatos médicos, colegios profesionales...) que ante esta situación responden con un silencio clamoroso.

Defender esta medida desde la economía del sistema sanitario es controvertido: al externalizar los servicios centrales, se disipa el papel de “feed-back” negativo (acción del analista como consultor y modulador de la demanda de los clínicos) y estos servicios tienden a actuar como “feed-back” positivo, estimulando la demanda (servicio pedido = servicio facturado). Por eso, aunque las grandes empresas mega-servicios pudieran por economías de escala reducir costes unitarios de algunas pruebas, es casi seguro que el coste total aumentaría, pues sería inevitable la inducción de un uso excesivo e inapropiado.

No es fácil entender porqué la Consejería de Sanidad se mete en estos territorios tan poco recomendados desde las perspectivas técnicas y gestoras. La ausencia o debilidad de explicaciones (no basta con recurrir a argumentos tecnológicos o de modernidad), hace que cunda la sensación de que existen intereses particulares que están alterando la brújula de los decisores públicos. Lamentable situación de ser cierta para el Servicio de salud de Madrid.

11 comentarios:

Pablo Martínez Segura dijo...

Estoy de acuerdo. La externalización de los servicios de Radiología y Laboratorio de los nuevos hospitales públicos de la Comunidad de Madrid va a suponer, por una parte, la pérdida de relación entre el radiologo y el clínico responsable del paciente; y por otra, posiblemente, una demora en el tiempo de respuesta y una limitación en la cartera de servicios de los análisis clínicos. Si como señalas, el ahorro en gestión de recursos también queda en entredicho, parece un experimento innecesario que perjudicará a los pacientes, a la organización del trabajo hospitalario y a las perspectivas de futuro de los médicos de estas especialidades.

Anónimo dijo...

Comparto, en general, lo expuesto.Sin duda, la externalización de los servicios centrales (también llamados, por algo, "básicos"), además de suponer una disgregación inadecuada del proceso asistencial nuclear y una tendencia incremental clara de los costes globales, pone de relieve el conflicto de intereses latente ("perversión del sistema") existente en algunos colectivos, como los Colegios Profesionales y algunos Sindicatos Profesionales, entre cuyos dirigentes y/o militantes, probablemente, se encuentren los principales beneficiarios de esta decisión (que, obviamente, no serán ni los pacientes, ni los trabajadores del Sistema Nacional de Salud, ni la "organización" en sí misma).

Anónimo dijo...

Primero quisiera felicitar a los "Pepes" por su iniciativa bloggera. En estos malos tiempos para la materia gris (tiempos que ya podemos desgraciadamente contar por lustros, por muchos lustros), cualquier espacio de intercambio y debate es una joya.

Empece a oir la palabra "externalización" a finales de los 80 y principios de los 90 en boca de los gestores de la administracion publica de los gobiernos de Felipe Gonzalez. Asisti a los primeros debates en los que se justificaban las primeras externalizaciones de servicios como los de limpieza o mantenimeinto en los hospitales, en mor de "la eficiencia" (por cierto, como en otras ocasiones, nunca pude acceder a un estudio que demostrara esta eficiencia).

Leyendo el post pareceria que el problema no seria tanto el introducir la externalizacion de servicios en la sanidad publica, sino el definir qué servicios son "externalizables" y cuales no. Por supuesto que en esta decisión no pueden participar los profesionales objeto de externalización, pues nadie quiere ser "externalizado". Tal vez por esta razón, nadie plantea externalziar a los gestores...

El proceso (de externalización, evidente eufemismo de privatización)ha avanzado y el debate parece seguir centrandose en cuando es "coherente" lanzar una actividad a las frías galaxias externas gobernadas por la logica del mercado y cuando no, más que: a) pensar en el valor añadido que tiene un servicio publico integrado y
b) lanzar el reto de a ver quien es el guapo o guapa que demuestra que esto es mas "ineficiente".

Me gustaria saber la opinion de los impulsores del blog sobre los criterios de lo que es externalizable y lo que no....

José Repullo dijo...

Como es habitual, Javier Segura en pocos párrafos intenta poner todos sus dedos en las múltiples llagas de este debate de externalización. Quizás demasiado para abordar en el lenguaje rápido de un blog; sólo tres comentarios (por esta vez)

Uno: no debemos tener miedo a usar la palabra “eficiencia”, incluso sin comillas; cuando hablamos de dinero público (con evidente limitación y claros costes de oportunidad), la eficiencia se convierte incluso en un imperativo ético, que debe ser internalizado por todos, y en particular por la izquierda política y sindical.

Dos: la fría galaxia exterior de los externalizados, debería ser menos fría (¿no debería haber más actividad sindical en el sector privado que en el público?); y el cálido nicho de paz del empleo público, debería quizás ser algo menos confortable: lo que justifica extraer del mercado una actividad, y dotarla de la especial protección y blindaje laboral, son razones de interés público que deben acreditarse (lo que habitualmente se aborda como fallos de mercado).

Pero esto no significa que no deban prevenirse los “fallos del Estado”, que llevan a que el interés particular habite y a veces campe por sus respetos dentro del sector público (la famosa frase de…“No hay que confundir la defensa del Estado de Bienestar para los trabajadores, con la defensa del bienestar para los que trabajamos para el Estado”).

Tres: Buen tema de debate los criterios normativos de externalización: la literatura empresarial habla de si son actividades del núcleo de producción, estrechamente vinculadas a la cadena de valor o a las competencias esenciales o distintivas de la organización … quizás suene algo a jerga; pero la limpieza o la lavandería no son actividades específicas de un hospital, y además el mercado tiene muchas empresas que se dedican a esto. Otra cosa es si al hacerlo sale a cuenta: hay algunas opiniones que ponen en duda las ganancias finales en el caso de la limpieza, aunque en todo caso, permite a que la gestión se concentre en lo esencial. Además, externalización no quiere decir necesariamente privatización (aunque es lo más habitual): por ejemplo, si un hospital de Madrid manda su ropa a lavar a la lavandería de Mejorada del Campo, externaliza este servicio a favor de una entidad o empresa pública especializada.

Ah… y en la función directiva y gerencial se dan claros ejemplos de contratación externa a empresas que gestionan los servicios (Cataluña lo ha usado mucho), e incluso cabría decir que los contratos de alta dirección son una forma de externalización de los gerentes y directores, lo que se demuestra con los cambios políticos, que lanzan a la “fría galaxia” a todos los que no son capaces de obtener la confianza de los políticos entrantes (tema de tremenda ineficiencia por cierto, que ya tocaremos en el futuro).

Gracias, Javier … son estos comentarios tan inteligentes los que dan vida a los debates; espero que otros se animen y participen en esta veta que Javier ha abierto.

Anónimo dijo...

Externalizar servicios ¿porque?
¿tenemos estudios que rvelen datos de las eficacia de la externalizacion?....
En mi humildisima opinion y entrado el siglo XXI y estando las trasfarencias en materia sanitaria en manos de los sabios consejeros de las CCAA, solo puedo añadir una serie de ideas:
La peste blanca que invadio el mal sentimiento hacia lo publico, instaurada desde hace tiempo, como un virus que ha ido infectando a todo el personal que trabaja en el sistema. Desde dentro hacia el exterior el contagio fue en aumento...lentamente lo va matando de una manera casi invisible, primero eran los cargos de libre designacion o de confianza, donde hasta la mas basica categoria de mando, tiene que ser de confianza dependiendo de las gerencias...(No llegan los mejores, los mejores acaban marchandose cuando pueden para sentirse liberados de una carga y presion sin valor alguno...)luego tenemos los contratos aun necesitando medicos especialistas que se los hacen por dias y fines de semana y así dudurante años..(mala prevision y de gestion de personal)(oposiciones que tardan años en convocarse)gente muy joven sin experiencia en puestos de gefaturas y enfermeras de 45 y 50 y mas en servicios durismos....auxiliares de enfermeria, que imposible promocionar a nada ni siquiera aun teniendo los estudios reglados pueden seguir estudiando enfermeria...(es mejor traer personal del extranjero)...Creo que 20 años de este problema ya se le podia haber dado solución)jornadas muy rigidas y con turnos aveces demasiado rotatorios..periodos vacacionales que se imponen..Nos han enseñado a odiar el sistema publico, a no quererlo, a no mimarlo, a no sentirnos orgullosos de él. Nos han enseñado a adorar lo privado donde nuestros mismos colegas trabajan hasta la saciedad,donde la explotacion salta a la vista, donde en fin vosotros sabeis más..
Deberian de sentarse tod@s los responsables sensatos y plantear que hay que reorganizar todo el sistema y creo que no debe de ser nada dificil pero cuando falla el patron los marineros siempre iran a la deriva. Quizas es lo que interesa porque corren aires mercantiles. Pero siempre estarán todas y todos los profesionales que hacen de su trabajo y de su responsabilidad el maravilloso milagro de cuidar y velar por nuestra salud.
Lo publico siempre ha sido una demostracion a la que solo podian llegar los mejores preparados...Esa ha sido nuestra cultura y tendremos que seguir defendiendola. Gracias por vuestro esfuerzo y por vuestro trabajo.
Ah¡ una buena gestion tambien empieza por habilitar los servicios de radiologia las 24 horas en los hospitales publicos y porque nó en atencion primaria...
Hasta pronto.

José Repullo dijo...

Interesante tu comentario; creo que el principal impacto de la ideología conservadora de la nueva derecha en España en los años 90 fué un ataque de baja intensidad pero largo alcance contra el prestigio y moral de lo público.
Desde la izquierda política y sindical no se supo responder con una apropiada modernización de estructuras, una democratización y trasparencia en el gobierno, y una profesionalización en la gestión. Prevaleció la siesta apacible y el confort de lo cotidiano.
A partir del 2000 el ataque neoliberal se hace de mayor intensidad, y en la actualidad, cuando ESPERANZA AGUIRRE enarbola la bandera Thatcheriana desde el territorio liberado de la Comunidad de Madrid, es mucho más difícil establecer una línea de defensa y de argumentación efectiva.


del gobierno y la gestón

Anónimo dijo...

¿Externalización? o ¿Centralización/concentración?
Con la automatización de la bioquímica, también se "externalizaron" casi todos los múltiples laboratorios de los CEPs a su hospital de referencia.
Con la creación de los Centros Transfusionales también se "externalizaron" las determinaciones analíticas de las donaciones desde los Hospitales a dichos Centros.
Todo ello sin considerar la personalidad jurídica de Hospitales o Centros de Transfusión. ¿Importa que sean modelo tradicional, empresas públicas, entes públicos o fundaciones?
¿No se debería replantear el comentario inicial?. Creo que la visión más realista es que se puede concentrar lo concentrable, indenpendientemente de cuál sea la personalidad jurídica del centro de realización.
Otro tema es delimitar qué servicios pueden centralizarse dependiendo de dos variables: el estado de la tecnología y la lógica asistencial.

Anónimo dijo...

La externalización está suponiendo en los nuevos hospitales una demora de 48 en las citaciones para analíticas preferentes y una semana en loas analíticas ordinarias.
Viva la externalización!
AH! trabajo allí!

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...
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