Aportación al blog de LUIS ANTEL OTEO
¡Qué jerga tan prebélica Dios mío!... Yo siempre he pensado, como mi admirado John F. Kenedy, que “los problemas que crea el hombre, que los resuelva el hombre”.
Ahora tengo mis dudas ante el lenguaje –que es el espejo en que se mira la inteligencia– exuberante con que nos afligen:
acelerador del crédito
círculo vicioso de la liquidez
tsunami financiero
explosión de la burbuja de activo y crédito
veneración del capitalismo codicioso
derivados tóxicos de crédito
círculo vicioso de la solvencia
capitalismo iluminado
el sancta sanctorum del individualismo depredador
crecimiento alarmante de la dudosidad –antes morosidad…¡el cambio será por lo de la alianza de civilizaciones!–
bancos centrales aterrados
excesivo apalancamiento (operaciones financieras con una proporción cada vez más baja de recursos propios)
turbulencias y volatilidad en el mercado de valores
sequía financiera; avaricia económica –antes llamada espíritu emprendedor–
crisis de confianza –nadie se fía de nadie–
colchones y espirales de liquidez
debacle de la intermediación bancaria
impostura de los reguladores
contagio financiero
recapitalización parcial y temporal
caída libre del cuchillo financiero -a ver quién lo coge–
cierre temporal de los mercados de valores –¡ostias Pedrín!–
recesión grave en forma de U, de L…
hipotecas engullidas
activos estructurados encapuchados
suscripciones “budú”
cheques basura
ingeniería financiera oscurantista
comportamientos especulativos inmorales
psicología del riesgo –aversión o apetito–
esquemas crediticios criminales –¡fuerte eh!–
socialización de la toxicidad financiera
desregulación deliberada del sistema financiero –sin guardias civiles–.
¿alguien se atreve a traducir e importar estos términos al sector sanitario?
1 comentario:
me recuerda todo a "pongamos que hablo de Madrid..."
Publicar un comentario